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"La desamortización de Mendizábal en la provincia de Zaragoza (1836-1851)".  P. Marteles, 1990. (pmlemr@gmail.com)

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3.8.- LOS PERFILES ELECTORALES DE ZARAGOZA

a) INTRODUCCIÓN

Este apartado tiene su origen en la recomendación de Jover sobre la necesidad de averiguar el significado de los 200r de renta en los tres niveles históricos de 1837, 1846 y 1865 y sobre todo en la reflexión sobre lo que dice el mismo autor en el último apartado en el que se ocupa de las clases medias: (p.246)

"¿Estrato ancho, o estrecho, el de las clases medias? ¿Cuántos eran los españoles que, en razón de la renta que disfrutaban, o de ésta combinada con unas determinadas condiciones intelectuales, tenían derecho a ser electores? No nos sirven las cifras de 1834 ó 1836; bajo el régimen del Estatuto Real el número de electores - 0,15; 0,55 de la población total- representa a un sector más minoritario y elevado que el de las clases medias. Más cerca de nuestra indagación quedan los datos que reproduce Sanchez Agesta: los 157.931 electores de 1858, o los 418.271 de 1865 (1,02 y 2,67 respectivamente, del total de la población española en cada uno de ambos años)... [de ese modo]... nos queda cierta y sólidamente bien fundamentada la conclusión de Murillo [6] : las capas sociales medias que el liberalismo doctrinario estimaba como las auténticas depositarias de la soberanía nacional, constituían, ya bien entrada la segunda mitad del siglo, sólo una mínima parte de de la población española"

Este párrafo significa una valoración distinta a la enunciada por Jover anteriormente. El censo de 1865 parece ser aceptado como definitorio de una situación de pertenencia a la clase media. Y así lo hace CASTRILLEJO (1987) al no tener inconveniente en aplicar a los votantes de 1865 la misma calificación que Rueda y Díez Espinosa habían restringido para los de la ley de 1846.

Partiendo, pues, de que la misma autoridad académica acepta como clase media tanto al votante de la ley de 1846 como al de 1865 (y por consiguiente con mayor razón al de 1837), en las páginas que siguen trataremos de contribuir, desde un punto de vista metodológico, a una mejor comprensión del valor de los censos electorales para estudios sobre los beneficiarios de las ventas de la desamortización. Si bien pecan de un exceso de detalle y prolijidad que parece rondar el artificio, no por ello dejan de representar cifras reales cuya fuente se expresa o elaboradas, expresándose en ese caso el proceso seguido.

Procederemos dentro del marco de la provincia de Zaragoza, objeto de nuestro estudio, a un análisis que se mueve a tres planos distintos: a) provincial, b) desglosado por partidos judiciales en combinación con los distritos electorales y c) referido a la capital de la provincia.

b) DATOS POBLACIÓN

Hasta 1857 y 1860, fechas de los primeros censos de población a los que cabe calificar de fiables, los datos de población correspondientes a años previos están sometidos a posibles variaciones en función del organismo encargado de hacer la averiguación. De ese modo, el diccionario de MADOZ (T.XVI, cuadro p.534) atribuye a la provincia de Zaragoza:

a)- 431.753 hab. "que corresponden al número de alistados".

b)- 231.537 hab. como "datos oficiales de 1842", preparados por la Intendencia de Hacienda con arreglo a la R.O. de 13-XI-42, y que son los que Madoz emplea en los cuadros de datos de población de cada partido judicial que aparecen en los diversos volúmenes del diccionario.

c)- 388.314 hab. según la "Estadística judicial de 1843".

d)- 277.461 hab. según el "Registro municipal de 184"

e)- 350.000 hab. según las "importantes noticias que la redacción posee".

Dado que los censos de 1857 y 1860 le atribuyen a la provincia 384.176 y 390.551 habitantes respectivamente, hemos considerado los cálculos del propio Madoz (apartado "e") para el final de la década, y su distribución por partidos judiciales, como probablemente los más correctos para mostrar la población de 1843 y 1846.

La población de la provincia en 1836 y 1837 se ha fijado en 304.408 que es la expresada en las leyes electorales de 1836 y 1837 y que procede de cálculos de 1834 efectuados con motivo de la reagrupación de los partidos judiciales en todo el país. A pesar de que ofrece unos números que se quedan algo cortos hemos respetado ese dato (del que probablemente deben haberse servido los estudiosos del tema) para poder comparar los porcentajes de voto con los expresados para otras zonas del país.

La población de 1864 se ha obtenido a base de sumar a la de 1860 el mismo incremento que hubo de 1857 a 1860.

La población de Zaragoza capital se ha obtenido de idéntica forma (censos de 1857-60), calculando la de 1836-37 a base de deducir el incremento señalado por ARTOLA (1973,p.77).

La población de cada partido judicial en los diversos años se ha calculado a base de mantener las proporciones de distribución de la población calculada por Madoz con respecto a los datos globales de la provincia. Pero como es un fenómeno observado que el crecimiento global de la provincia casi viene explicado por el crecimiento de la capital, para hacer los cálculos de 1864 se ha deducido del total provincial la población del partido de Zaragoza (que conocemos) y distribuído la población resultante por partidos en la proporción fijada por Madoz hacia 1849. [7]

La población del partido de Zaragoza en 1857 se ha fijado a base de deducir del total del Campo de Zaragoza obtenido del censo por FRUTOS (1976,p.341) las cifras correspondientes a poblaciones que no son del partido.

Durante el siglo XIX no existió el partido judicial de Cariñena y nosotros lo hemos presentado como uno más. Sus cifras de población se han obtenido a partir de los datos del diccionario de Madoz, a base de segregar de los partidos de La Almunia, Belchite y Daroca los pueblos correspondientes a Cariñena y deducir de aquéllos la población correspondiente.

c) DATOS ELECTORALES

La información electoral que poseemos a lo largo del período no es de carácter uniforme y por consiguiente explicaremos su naturaleza:

A.- Año 1836. Se ha introducido el censo completo (incluidas las dos rectificaciones posteriores) en el ordenador, de manera que la agrupación por partidos es una tarea sencillísima. En total hubo 1573 electores: 1.190 mayores contribuyentes que pagaban más de 463rs y 383 capacidades. Se llevaron a cabo mediante una ley electoral que tuvo vigencia únicamente durante una convocatoria.

B.- Año 1843. A partir de la lista del censo publicada el 10-1-1843 se han contabilizado por pueblos y partidos judiciales el numero de electores y la "calidad" (de 1 a 4) por la que votan. En total aparecen 8.472 electores (más 4 de un par de pueblos que hoy no son de la provincia de Zaragoza). Tras las elecciones, los resultados de la primera vuelta fueron publicados en el Boletín provincial el 12-3-43 y en ellos la junta electoral reconoce que tenían derecho al voto 10.195 electores en la provincia. Las elecciones de 1843-44 son las últimas que se llevaron a cabo con la legislación de 1837.

A la vista de la disparidad del número de electores entre la "Lista" publicada y en el "Censo real" (de hecho hemos podido constatar que varios importantes contribuyentes de la capital no figuran como electores siendo así que lo que abonan les faculta de sobra para serlo) hemos optado por servirnos de los porcentajes correspondientes a ambas situaciones, es decir considerar que hubo los 8.472 electores de la lista (= L.) y los 10.195 del censo real (= C.) que no hemos manejado pero que hemos calculado a base de mantener con los 10.195 electores la proporción de distribución por partidos y calidades averiguada para los 8.472 que conocemos.

No hemos optado en exclusiva por ninguna de las dos cifras pues la inferior puede servir para comparaciones con otras zonas o con los datos de las listas de otras elecciones en la propia provincia pues es posible que las listas de otros años también tengan lagunas y de esa manera todas compartirían la misma circunstancia. Y la cifra mayor tiene la virtud que es la que mejor refleja la proporción de habitantes con derecho a voto.

Para las comparaciones con otros años se emplearán datos sobre los 10.195 electores. Los datos electorales del partido de Cariñena no entrañan ninguna manipulación ni en este censo ni en los de 1836 y 1864 pues los electores se han contabilizado por pueblos. Los distritos electorales correspondían aproximadamente a los 12 partidos judiciales (excluido Cariñena).

C.- Año 1864. Se ha manejado el censo publicado el 15-5-64 que relaciona los electores de cada uno de los nueve distritos. Dentro de cada distrito, por secciones, da el nombre de los electores de cada pueblo. Al final de los nombres de cada distrito ofrece un resumen del total de electores por pueblos. Las elecciones de ese año fueron las últimas que se llevaron a cabo con la Ley electoral de 1845.

E.- Año 1837. Contamos con listas de votantes y votos recibidos, así como con el total de los que tenían derecho al voto y abstenciones. La distribución por partidos se ha calculado a base de mantener las proporciones correspondientes a 1843 para el total de 5.653 electores consignados en 1837. Cabe, por tanto, un margen de error en la distribución por partidos. Esas elecciones fueron las primeras realizadas con la Ley de 1837.

F.- Año 1846. Conocemos el número global de electores y votantes que lo hicieron en cada uno de los nueve distritos. Los distritos son idénticos a los de 1864. En total 3.644 electores y 2.462 votantes. Estas elecciones fueron las primeras a partir de la Ley de 1845.

Con respecto a la distribución por partidos la tarea ha representado una mayor dificultad que en los casos anteriores. Para poder comparar los resultados de unas elecciones con otras había que optar por agrupar los datos o bien por los 13 partidos (leyes de 1836 y 1837) o bien por los 9 distritos electorales (ley de 1845). Finalmente, hemos adoptado los partidos porque constituyen una referencia territorial más clara que los distritos. En el censo de 1864, como conocíamos los pueblos, la asignación de partido era automática.

En las elecciones de 1846 hemos adoptado sólo parcialmente el criterio de mantener las proporciones de reparto logradas en el censo de 1864. Los distritos nº 8 y 9 se hallaban ambos en Zaragoza capital pero afectaban a electores de localidades de diversos partidos. Hemos tomado el conjunto de electores de ambos distritos en 1864 y después de ver cómo se distribuían por partidos hemos aplicado la misma proporción de reparto para el total de electores de ambos distritos en 1846. Con respecto a los demás distritos no se ha sido tan exhaustivo (ni era tan necesario) y en los cuadros de análisis aparece junto a cada partido el distrito electoral que les corresponde grosso modo en la ley de 1845.

Los cruces entre partidos judiciales y distritos electorales de 1845 eran abundantes de manera que para que pueda apreciarse la "aproximación" de la correspondencia que atribuimos entre partidos judiciales y distritos electorales en 1846 ofrecemos el siguiente desglose de cada distrito electoral, contabilizando las localidades en que hubo electores en 1864:

 Nº 1.-

 La Almunia (18 pueblos del partido).   

   

 Más 1 de Ateca (Oseja), 5 de Borja, 7 de Calatayud. 

Nº 2.-   

 A) Belchite (16 pueblos).   

 B) Cariñena (15 pueblos).   

 Más 1 de la Almunia y 6 de Daroca.

Nº 3.-   

 A) Borja (17 pueblos).   

 B) Tarazona (18 pueblos).

Nº 4.-   

 Calatayud (17 pueblos).   

   

 Más 13 de Ateca y 3 de Borja. 

Nº 5.-   

 A) Caspe (10 pueblos).   

 B) Pina de Ebro (9 pueblos)

Nº 6.-   

 A) Ejea de los Caballeros (24 pueblos).   

 B) Sos del Rey Católico (23 pueblos).

Nº 7.-   

 A) Daroca (29 pueblos).   

 B) Ateca (25 pueblos).   

 Más 8 de calatayud. 

Nº 8.-   

 Zaragoza-"Misericordia": Zaragoza capital (900 electores)   

   

 Más 11 pueblos del partido Zaragoza,4 de Pina. 

Nº 9.-   

 Zaragoza- "La Lonja": Zaragoza capital (485 electores).   

   

 Más 10 pueblos de Zaragoza, 8 de La Almunia, 4 de Pina, 3 de Cariñena y 1 de Caspe (Jaulín).

d) ANÁLISIS DE DATOS

En el volumen separado en el que presentamos los CUADROS de resultados hemos incluido en primer lugar 7 TABLAS que se ocupan de las cifras de población de la provincia y el número total de electores (Tablas 1 a 3) y de los bienes desamortizados adquiridos por compradores que fueron electores en 1843 (Tablas 4 a 7).

El tope de contribución para los que votaron en 1836 en Zaragoza fue de 463r. En 1837 y 1843 bastaban 200r y en 1846 y 1864 se requerían 400. La observaciónde las distintas tablas de datos da pie para un sinnúmero de reflexiones, que trataremos de abreviar, para llegar a las conclusiones finales.

En la TABLA Nº 1 puede apreciarse que la proporción de electores (con respecto al número de habitantes) a nivel provincial en 1836 y 1846 es igual a la mencionada por Jover para todo el país (0,5 y 1,0). El porcentaje provincial de 1864 (1,7), sin embargo, parece alejarse en exceso del calculado a nivel nacional para 1858 (1,02). En la capital y su partido las proporciones de electores casi duplican la media provincial en los dos primeros casos, mientras que en el tercero es muy similar. Las cuatro columnas de la derecha de la tabla se ocupan de los electores de 1836 distinguiendo el número de los que lo hacen por ser mayores contribuyentes de la provincia y los que lo hacen como capacidad. La última columna muestra que el 38% de los electores por capacidad de la provincia residían en el partido de la capital.

La TABLA N º 2 compara las cinco censos de que nos venimos ocupando (de hecho contamos 6 pues la de 1843 aparece como "L.1843" si son los 8.472 electores de la lista publicada que hemos manejado y como "C.1843" si contempla los 10.195 electores reales del censo). En unos casos hablamos de "sube" o "baja" el número de electores (se expresa en porcentajes) refiriéndolos al total de la provincia. En un par de columnas hacia el final del cuadro hablamos de "diferencia" porque lo que se compara son únicamente los que votan en calidad "1" en 1843 con el total de los que votan en 1846 y 1864 y en ellas el comportamiento de la capital y su partido es distinto al del resto de la provincia. En las columnas en que se expresa el porcentaje de aumento o descenso de electores entre una elección y otra el año citado en primer lugar es el que proporciona la base del 100% de la comparación.

Entre 1846 y 1864 el número de electores aumenta en la provincia en un 180.2% y las capacidades apenas explican el aumento pues su número es insignificante. En 1864 sólo eran capacidad en la capital 34 electores mientras que con la legislación de 1836 su número era cuatro veces superior. El aumento de electores entre 1837 y "C.1843" es idéntico al anterior (180.3%), lo cual pone de manifiesto la enorme variación global del número de electores dentro de la misma norma electoral. En el primer caso pasan de votar el 1.0% de la población a hacerlo el 1.7% y en el segundo, del 1.9% se pasa al 2.9% (Tabla 1).

La evolución del número de votantes a nivel de la capital no se corresponde a la evolución a nivel provincial. Los porcentajes de votantes en las cinco elecciones dan 0.9 - 1.8 - 2.3 y 2.8 - 1.9 - 1.9% (Tabla 1). No se produce variación entre 1846 y 1864 y en ambos casos la proporción de votantes es superior a la de 1837. Entre 1836 y 1837 el número de electores en la capital se duplica (209.3%) pero se halla a mucha distancia de la cifra a nivel provincial que supone un aumento de 359.4%.

Mientras en la provincia cabe destacar la significativa reducción del numero de electores entre 1837 y 1846 (éstos son sólo el 64.5% de aquéllos), en la capital hay más electores en 1846 que en 1837. Y con respecto al "caso extremo" de mayor número de electores ("C.1843") comparado con 1846, mientras la reducción a nivel provincial es drástica (son electores sólo un 35.7% de aquellos) a nivel capitalino es más suave (el 69.1%) y si tomásemos los electores de "L.1843" sería del 83.6%.

Con respecto a 1864 la peculiaridad de la capital es todavía más evidente. A nivel provincial, comparado con "C.1843" sólo son electores un 64.4% de aquellos, pero en la capital hay un número aproximado de votantes (el 97.0%). Entre 1846 y 1864 el aumento provincial del número de electores fue del 180.2% pero a ello contribuye la capital con sólo el 140.3%. En todos los demás distritos electorales el aumento es muy superior y ello obliga a pensar en un enriquecimiento desigual con una mayor prosperidad en el ámbito rural. Como no creemos que ese sea el caso, lo más probable es que ello se deba al mejoramiento del sistema de cobro de tributos a partir de la reforma de 1845. A partir de ese año quedaron suprimidos, además, los pagos en especie, afectando con ello en mayor medida al medio rural que al de la capital. El aumento del número de electores no sería en ese caso sino el resultado del afloramiento de una capa de contribuyentes de mayor importancia que antes no contribuían en suficiente medida.

Referirse a los censos electorales derivados de las leyes de 1837 y 1846 teniendo presente únicamente los 200 o 400 reales puede resultar engañoso. En 1837 se establecen cuatro calidades de voto y de ellas vamos a ocuparnos a continuación comparando los censos de 1843, 1846 y 1864:

Con respecto a los electores de "C.1843" en calidad "1" (+ de 200r y que denominamos "CAL-1"), comparando cifras a nivel provincial (como si sólo hubiera habido electores de calidad 1), se observa que de 1843 a 1846 se produce una reducción. Sólo vota el 61.7% de aquellos, es decir, que son más los que votan con calidad "1" en 1843 que el total de los que votan en 1846, pero en la capital el número es similar (1.037 electores en 1843 y 987 en 1846). En el resto de la provincia, sin embargo, la disminución de electores es muy pronunciada siendo en varios distritos menos del 50% los que en 1846 tienen derecho al voto.

Los datos anteriores en relación con el censo de 1864 significan un ligero aumento en este año del número de votantes a nivel provincial (111.1%) sobre los que eran calidad "1" en 1843. El promedio de aumento se explica por el de la capital (133.6%), pero también por índices superiores a 100 en la mayoría de los restantes distritos. Ello viene a significar que eran más los que en 1864 contribuían con más de 400rs que los que lo hacían por más de 200rs en 1843.

La TABLA Nº 3 distribuye por calidades el número de electores de cada partido en 1843 (de la Lista y atribuidos del Censo) y después muestra los porcentajes que ello significa con respecto al total de esa calidad en la provincia, y después con respecto al total de habitantes y al total de electores de ese partido (los ocho últimos porcentajes son pues porcentajes de fila).

La distribución por calidades de los electores de 1843 en cada partido judicial (4 últimas columnas de la tabla) evidencia que los de calidad "3" (grandes arrendatarios o dos yuntas) constituyen porcentajes mínimos e insignificantes en todas las zonas, salvo en La Almunia donde constituían el 10.3% de los electores del partido.

Los electores de calidad "1" vienen a ser algo más de la mitad (58.6%) en la provincia, en la capital el 72.7%, y por partidos los hay que superan los porcentajes de la capital (en Daroca llegan al 89.0%) y otros que se hallan muy por debajo (siendo Caspe el caso extremo con sólo un 32% de electores con calidad "1").

En los partidos en que el porcentaje de electores en 1843 en calidad "1 es inferior al 50% ello se debe a dos tendencias distintas. En La Almunia se observa un número bastante alto y equilibrado de calidades "2" y "4" (25.2% y 21.5% respectivamente) y lo mismo cabe decir de Borja y Tarazona (aunque en ellos es mayor el peso de los electores de calidad "4").

Por el contrario, en Caspe, Pina de Ebro y Sos del Rey Católico es resultado del enorme peso que allí tienen los electores de calidad "2". Los de Caspe constituyen el 25.3% de electores de ese tipo de toda la provincia y entre los de Pina y Sos suman algo más de otro 25%. Con respecto a los de calidad "4" los electores de La Almunia, Borja y Tarazona aportan en conjunto el 49.8% del total provincial.

Los seis partidos mencionados en el párrafo anterior comparten otro rasgo común: son los que reflejan una mayor pérdida de electores entre "C.1843" y 1846, así como entre "C.1843" y 1864 (sobre todo en Caspe, en el que predominaban las calidades de tipo "2", y los electores se reducen hasta un 13.4% en 1846). Es decir, los mayores descensos de número de electores con la ley de 1845 se producen en aquellas zonas en las que se da una mayor presencia votantes en calidad "2" ó "4".

El problema con las calidades "2" y "4" radica en que cada una contiene dos conceptos que no podemos deslindar con precisión a partir de nuestra fuente [8] . Nuestra interpretación, tras cotejar las listas electorales con el libro de contribución de la ciudad de Zaragoza, es la siguiente:

a) En el ámbito de la capital de la provincia ser de calidad "2" suele significar tener rentas (de origen profesional, mercantil o combinado con el agrícola en algún caso) que sobrepasan los 1500r. Ser de calidad "4" se asocia fundamentalmente a comerciantes, profesiones liberales y funcionarios (que pagan más de 1.000r de alquiler por su vivienda o local).

b) Fuera de la capital ser elector de calidad "2" puede que en algún caso corresponda a hacendados rentistas, pero lo normal es que corresponda a propietarios de mediana importancia y acomodados, que trabajaban sus tierras, y que tuvieran declarados los 1500r de renta líquida (o lo tuvieran asignado como contribuyentes por la Junta de reparto del lugar). En este sentido, poseer una yunta para trabajar sólo tierras propias vendría a describir una situación económica semejante.

d) Y finalmente, ser elector de calidad "4" fuera de la capital, cabe que designe a sujetos que pagan más de 400r de alquiler, pero lo normal será que se refiera a sujetos que combinan una contribución como pequeños propietarios inferior a los 200r. con los arrendamientos que pagan por las tierras ajenas que cultivan.

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Otro aspecto que puede considerarse estriba en observar el comportamiento económico de los electores compradores en la desamortización. Para ello ofrecemos 4 tablas de resultados cuya lectura para una mayor comprensión de su significado debería hacerse contrastando sus datos con los obtenidos para el conjunto del partido y que se abordan en un capítulo posterior que se ocupa del Análisis de resultados de la desamortización. De todas formas, aunque sea de una forma muy escueta, presentaremos ahora estos cuadros que tienen que ver con las compras llevadas a cabo en la provincia por sujetos con derecho a voto en las elecciones a diputados de 1843.

Del total de 1.133 compradores distintos que adquirieron bienes 28 no eran vecinos de la provincia. En la TABLA Nº 4 puede verse que de los 1.105 restantes, 530 fueron electores en 1843 (sobre los 8.472 electores que hemos manejado) y su distribución por calidades de voto fue 409, 60, 10 y 51. Y de ellos los que adquirieron por un desembolso de remate superior a los 50.000r (=comprador "importante") fueron en total 249 y por calidades 207, 16, 0 y 26 respectivamente.

Si nos atenemos a lo rematado por los compradores de cada partido que son electores en 1843 (TABLA Nº 5), el porcentaje abonado por ellos es del 61.2% a nivel provincial, es decir, las 3/5 partes de todo lo rematado quedó en manos de electores. Los porcentajes de las 9 últimas columnas de la tabla son siempre de fila y permiten apreciar el peso específico de los compradores que son electores de cada calidad dentro del partido judicial de que se trate. El reparto de lo rematado por el conjunto de electores a nivel provincial se distribuye entre los de cada calidad en las siguientes proporciones: 85.3%, 8.9%, 0.2% y 5.7% respectivamente.

En algunos partidos puede apreciarse que una elevada proporción de lo rematado quedó en manos de sujetos que eran electores (más del 75% en Caspe, Daroca, Pina y Tarazona) mientras que la capital se sitúa en la zona intermedia con sólo un desembolso del 66.4% a cargo de electores (cuyo nombre apareció en la lista). En la primera columna de la tabla que muestra porcentajes puede observarse qué porcentaje del total de los remates de la provincia correspondía a bienes situados en cada partido y la columna siguiente muestra qué porcentaje del total de remate fue desembolsado por los compradores vecinos de ese mismo partido (los partidos de Caspe, Ateca y Sos muestran las mayores diferencias).

La TABLA Nº 6 muestra en primer lugar las "mejoras" (=índices de mejora de la cotización en la subasta o porcentaje de aumento entre el precio de anuncio y el de remate) habidas en las fincas adquiridas por las distintas modalidades de comprador y elector. A continuación ofrece las medias de desembolso por esos mismos conceptos, es decir, por total de remate de los compradores de cada partido, de los que fueron electores en 1843 (en conjunto y por calidades) y de los electores-compradores calificados como importantes.

En todos los casos, las medias de desembolso más bajas corresponden a los de calidad "3". En conjunto, las medias de los de calidad "1" y "2" sobrepasan los 100.000rs, aunque debe mencionarse que hay grandes diferencias entre unos partidos y otros. En términos generales también se observa una mejora de cotización en subasta más elevada para las fincas adquiridas por los de calidad "1" que los de calidad "2". En este sentido llama la atención la mejora en cotización, que es la más alta, de las fincas compradas por los electores de calidad "4", y no creemos que ello vaya desligado del hecho de que probablemente se trate de adquisición de bienes de naturaleza urbana en Calatayud y Zaragoza capital.

Con respecto al total de extensión adquirida por los electores de cada partido en 1843 (TABLA Nº 7) la distribución es semejante a la de los remates, pero con una ligera tendencia a que acumulen un mayor porcentaje de tierra los electores de calidad "1" a costa de los de calidad "2" y "4".

e) CONCLUSIONES

A pesar de la obligada brevedad de los comentarios a las tablas que tienen relación con el electorado de la provincia y lo adquirido por ellos, creemos que pueden derivarse una serie de conclusiones que pasamos a mencionar:

1.- Los censos ligados a la ley de 1837, usados en profundidad, son tanto o más ricos en detalle que los ligados a la ley de 1846 para conocer el status socioeconómico de los compradores.

2.- El número total de electores en 1837 fue inferior al de 1864. Tanto a nivel provincial como al de la mayoría de los distritos electorales. No se puede, pues, generalizar en función sólo de la ley electoral pues la ley de 1837 resultó al principio más selectiva que la de 1845 al final.

2.- Ser elector (de cualquier calidad) en la capital en los primeros años de la ley de 1837 permitía que votaran (proporcionalmente a la población de cada año) menos personas que en 1846 y 1864. Con respecto a elecciones de los últimos años, tal como la de "C.1843" (en que el número de electores había aumentado un 180.3% con respecto a 1837) el total de electores en la capital fue, incluso, inferior a los de 1864. No cabe, pues hablar de "criterios muy amplios" para calificar de clase media a los electores de la capital según la ley de 1837.

3.- Los electores en calidad "1" de la ley de 1837 representan en la capital un núcleo de contribuyentes que cuando menos es igual de selectivo (pensando en élites) que desde el primer momento de aplicación de la ley de 1846. Es decir, en la gran ciudad, la legislación de 1846 no selecciona más en términos relativos ni absolutos que la de 1837 si nos atenemos al grupo de electores en calidad "1", a pesar de los 200r de diferencia en los topes contributivos.

4.- En 1846 se descartó fundamentalmente como electores a los propietarios pequeños y medianos distribuidos por la provincia. Sin embargo, la "recuperación y expansión" del número de contribuyentes en ese ámbito entre 1846 y 1864 es extraordinaria y muy superior a la de la capital. Con la misma ley electoral, en 1846 los electores de Zaragoza ciudad constituyen el 27.1% (987 sobre los 3.644 de la provincia) mientras que en 1864 sólo son el 21.1% (1.385 sobre un total de 6.480), a pesar del importante aumento de población de la capital.

5.- Partiendo de que durante los años que venimos analizando la población de los distintos partidos de la provincia tiende a estabilizarse, los significativos aumentos de contribuyentes en el ámbito rural de 1845 en adelante no pueden explicarse a partir del vacío sino que deben corresponder en su mayor parte a propietarios a los que la ley de 1837 permitía el voto y que los cambios en el sistema impositivo (en el que por otra parte se reconocían ocultaciones que llegaban al 50%) [9] obligó al pago de cantidades que superasen los 400r o se les asignasen rentas líquidas superiores, catapultándolos, de ese modo "a la condición de elector de 1846". Sin embargo, a nivel personal los sujetos no habían cambiado de estatus. El cambio era sólo a nivel "oficial".

6.- Si se aplica el calificativo de "burguesía" a los electores de 1846 no cabe duda que se adopta una versión bastante desnaturalizada del contenido del término. Si se adopta el de "clases medias" asociado a las cargas de contribución, los electores de la ley de 1837 de calidad "1" son merecedores de esa denominación. Y a nivel provincial, comparando la suma de calidades "1" y "4" de 1843 con los electores 1864, cabe aplicarlo igualmente.

La diferencia fundamental entre 1843 y 1864 (que son los años más expresivos por ser terminales de la aplicación de ambas leyes), casi la explicaría el número de votantes que lo hacen como calidad "2" en 1843.

Bajo la denominación de elector de calidad "2" según la ley de 1837, pueden encubrirse algunos profesionales de escasa capacidad económica (se cita en concreto a los profesores) a los que no cuesta admitir como poseedores de actitudes y comportamiento de clase media, pero en su gran mayoría se reserva para aquellos propietarios que oscilan entre 1.500 y 2.400r de rentas declaradas (ya que ésta cantidad les haría pagar 200r de contribución y pasaría a ser de calidad "1").

El problema, en el fondo, radica en admitir o no como clase media a este grupo de medianos propietarios del ámbito rural. Y nosotros, a la vista de todo lo anterior, nos inclinamos por ello a la hora de clasificar a los compradores de bienes desamortizados. Su presencia más abundante se da precisamente en los partidos judiciales en que hay menos electores de calidad "1" (contribuyentes), es decir, son los que les sustituyen como "notables" en las respectivas comunidades rurales.

*** notas

6.- MURILLO, "Las clases medias españolas" (1959,p.29)

7.- FRUTOS (1976,p.297 y 341) al estudiar la población del partido de Zaragoza muestra que los incrementos de las localidades de fuera de la capital son casi nulos a lo largo de un siglo.

8.- RODRIGUEZ (1981,p.78-79) parece poder distinguir en la calidad "3" quienes poseen dos yuntas (a partir de las relaciones provinciales de electores en 1839), así como los que lo hacen en la calidad "4". Es posible que en los primeros censos o en según qué provincias, ello sea así, constituyendo una fuente de inestimable valor.

9.- FONTANA (1977,p.238-40) se hace eco de los mecanismos mediante los cuales la "mejora" del sistema tributario vino a incidir fundamentalmente sobre los pequeños propietarios.

 

 

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Última actualización:
18/08/07