"La desamortización de Mendizábal en la provincia de Zaragoza (1836-1851)". P. Marteles, 1990. (pmlemr@gmail.com)
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CAPÍTULO IV. - ANÁLISIS DE LAS VENTAS (I)4.1.- CUESTIONES INICIALES DE MÉTODOA la hora de presentar los resultados del análisis cuantitativo de las 6.580 fincas que fueron desamortizadas en la provincia de Zaragoza entre 1836 y 1851, se ha optado por recurrir a grandes cuadros de resultados con una profusa variedad de conceptos que necesariamente se han de presentar en volumen aparte. La alternativa consistía en fragmentar esos cuadros e insertarlos en el texto. La operación fue ensayada, pero resultaba no sólo extremadamente engorrosa en cuanto a composición sino que además resultaba igualmente molesta pues el texto de comentario aparecía disperso en páginas que no siempre coincidían con la totalidad del cuadro, los cuadros se fragmentaban constantemente en varias páginas si eran algo largos, se perdía bastante información, etc. En el análisis de resultados nos ha preocupado en todo momento la voluntad de lograr un cierto grado de asepsia descriptiva. El texto adolece, por consiguiente, de una ausencia manifiesta de valoraciones y juicios generales sobre beneficiarios y perjudicados por la desamortización. Por supuesto ello no implica el abandono total de cualquier posicionamiento. Es posible que la maraña de cuadros constituya un bosque que no permita ver los árboles, pero también es cierto que como resultado de haber desglosado los conceptos hasta lo indecible ello nos ha llevado a constatar lo fácil que resulta desmontar (o descalificar si se quiere) algunas de las afirmaciones rotundas y con carácter general que se han emitido sobre la desamortización, a partir de lo estudiado en alguna zona determinada. A los aspectos cuantitativos, y muy en particular en el caso de las mejoras de los índices de cotización en subasta y a las rentas, se ha procurado buscarles un significado que ha evitado el juicio fácil y esquemático. En ocasiones ello ha conducido ha mostrar la diversidad de posibles concausas para explicar un fenómeno determinado, y al hacerlo, en vez de aclarar la situación es posible que hayamos terminado complicando las claves para su interpretación. Siendo así, podría decirse que a las páginas que siguen quizá cabría definirlas como un repertorio de reflexiones más que como un capítulo de conclusiones. Se ha de destacar que no hemos abandonado uno de los postulados que ha orientado gran parte de nuestro trabajo: intentar demostrar que todo el proceso de ventas no se llevó a cabo tan mal como se ha reiterado hasta la saciedad. Y más que con palabras queremos hacerlo con números, de manera que creemos que lo fundamental en este capítulo son los cuadros de resultados y que lo aportado en el texto es lo accesorio. Quede claro, pues, desde el primer momento, que hemos preferido presentar muchos cuadros, que reflejan el fenómeno estudiado desde múltiples perspectivas, y reducir nuestros comentarios al mínimo indispensable para enlazar unos cuadros con otros y tan sólo destacar de palabra, a modo de guía elemental, algunas implicaciones o reflexiones derivadas de la observación de las tablas de resultados estadísticos. Una vez finalizada la redacción de este capítulo acometimos la tarea de resumirlo en otro final que sirviera a modo de recapitulación general de los hallazgos y reflexiones que se habían ido esbozando a lo largo del centenar de páginas dedicado a comentar los cuadros estadísticos. Al observar que estábamos cayendo en la repetición constante de lo que se había comentado no hacía mucho y que el trabajo ya cuenta con una considerable extensión, hemos optado finalmente por resaltar en el propio texto de este capítulo las ideas o reflexiones de mayor interés a base de subrayar el texto. De esa manera, al destacar gráficamente en el texto aquellos aspectos que irían a formar parte de un capítulo de conclusiones finales, creemos que se hace innecesaria la repetición de los mismos en un capítulo aparte. De todas formas, y de una manera muy modesta, al final del capítulo hemos dedicado unas líneas a destacar los aspectos más sobresalientes de los distintos temas abordados en el primer volumen. Resulta obligado mencionar que nos hemos limitado a estudiar la provincia de Zaragoza. Con otros datos, en estudios sobre otras provincias, las conclusiones que extraemos de algunos cuadros quizá fueran insostenibles, pero hemos renunciado a aludir constantemente a la caución de que ello sucede "en la provincia de Zaragoza" para hacer presente al lector el ámbito de aplicación de lo que decimos con fundamento. Hablamos pues de la desamortización en general a partir de unos datos muy restringidos. De todas formas, pensamos que algunas de las dudas y afirmaciones expresadas no serían muy diferentes en otras provincias si se estudiara el proceso siguiendo una metodología similar a la empleada por nosotros. De algunos cuadros, que normalmente son los más largos y ocupan varias páginas de resultados, cabe decir abiertamente que tienen interés muy local y que los presentamos porque enriquecen la panorámica y aportan detalle sobre el ámbito geográfico estudiado, pero que no les prestaremos casi ninguna atención. Ni podemos ni queremos entrar en comentarios sobre lo que se desamortizó en cada pueblo de la provincia ni sobre lo enajenado a cada convento u orden religiosa en particular. El título de cada tabla de resultados es expresivo de su contenido y se presentarán distribuidas en distintos apartados: 1.- Panorámica general en el que se analizan las distintas variables individuales, proporcionando una visión de conjunto. 2.- Microanálisis de algunos aspectos a base de cruzar dos o más variables que permiten el desglose de los datos iniciales y que se han agrupado en varios sub-apartados: a) Perspectiva temporal de la evolución de las ventas. b) Análisis de las fincas. c) Análisis detallado de los compradores. 3.- Revisión de algunos problemas asociados a la mecánica de las ventas y gestión de las oficinas de Hacienda. 4.- Estudio particular de las fincas de la ciudad de Zaragoza y de los compradores vecinos de la capital. 5.- Varios cuadros finales con información sobre los compradores, los quebradores y los sujetos que remataron en las subastas pero que cedieron todas las fincas. Los conceptos que se barajan en la mayoría de los cuadros son muy similares por lo que no está de más una somera presentación o repaso de alguno de ellos: - VALOR: Corresponde al valor más alto entre tasación y capitalización y constituye el tipo inicial de salida a subasta. Al igual que todos los conceptos económicos se expresa en reales. En algunas y muy contadas ocasiones el tipo inicial anunciado no fue realmente el valor más alto sino el más bajo, y en otros casos tras sucesivas subastas se admitieron posturas que no llegaban a cubrir el valor más elevado de los dos (fuera cual fuera, tasación o capitalización). Sin embargo, el valor inicial que hemos usado en el análisis de todas las fincas es el más alto de los dos. - MEDIAS: Lo más normal es que se trate de medias de remate, valor, rentas y extensión rústica obtenidas como resultado de dividir su montante por el número de fincas. En los cuadros que se ocupan específicamente de los compradores son, en ocasiones, medias para el grupo de compradores. De todas formas, la cabecera de la columna indica siempre si son medias referidas a las fincas o a los compradores. En el caso de extensiones, como éste es un dato que falta en algunas fincas rústicas, la media se ha obtenido en cada fila dividiendo el total de la extensión rústica por el número de fincas de las que efectivamente conocemos su extensión. En el conjunto provincial son 5.014 sobre el total de 5.110 fincas rústicas vendidas. Cuando se dan medias de un valor determinado son siempre sobre el total de fila del concepto expresado en la primera columna a la izquierda del cuadro. Si por ejemplo junto a la "media de remate" de las fincas que se venden un año concreto, aparece la "media de remate de las fincas compradas por vecinos de fuera de la localidad de la finca", no debe entenderse que la primera media se refiere a la de las fincas compradas por vecinos de la localidad, sino al total de compradores de cualquier vecindad. Así pues, tanto en los datos de "medias" como en los de "mejora" se ha renunciado a presentar las de los compradores de la localidad para no cargar más los cuadros. En las tablas de resultados se muestra su signo (si la mejora de los de fuera es más baja que la mejora general ello significa que la mejora de los vecinos del pueblo fue más alta), pero no puede apreciarse con exactitud su valor pues según el número de fincas que figuren bajo uno u otro concepto su peso específico en la media general será distinto. - PRECIOS DE LA TIERRA: Se han calculado por partida doble, controlando el valor inicial de anuncio y el de remate con la extensión de las fincas en que ésta se expresa. - EXTENSIONES: La extensión de las fincas rústicas se ha manejado convertida a centiáreas, pero en su presentación se ha simplificado a Hectáreas con sólo dos decimales. Con respecto a las extensiones de fincas urbanas se ha mantenido la conversión a metros cuadrados por ser la más expresiva. - MEJORA: Es el concepto que expresa la revalorización obtenida en la puja de las fincas con respecto a su valor anunciado en la subasta. Es el resultado de multiplicar el remate por 100 (sin deducir las posibles cargas) y dividirlo por el concepto "valor". Normalmente será superior a 100 y en los casos en que no llega a ese número la explicación se halla en las razones expuestas al describir el concepto valor. Ello sucede particularmente en ventas del clero secular, que al exigir su pago a metálico lo normal era que se vendieran por cantidades muy próximas a las de su anuncio. - RENTA: Se trata siempre de una cantidad en metálico. La mayoría de las rentas se expresaban en especie en los anuncios, pero al calcular la capitalización las propias oficinas hicieron su conversión a dinero en función de los precios medios del cereal en la fecha correspondiente. Nosotros hemos hecho el proceso inverso. Dividiendo el valor de la capitalización por 30 (rústicas) o por 22.5 (urbanas) y aumentando el resultado obtenido en un 10% se obtiene la renta anual que devengaban esos bienes. Ello ha permitido hacer cómputos que consideramos bastante exactos sobre las rentas (convertidas a metálico y en reales) que generaban anualmente a las diferentes instituciones religiosas las propiedades que se les incautaron. Es un dato al que apenas haremos referencia en nuestro análisis porque para nosotros es más importante saber qué tipo de fincas se vendieron, a cuánta extensión afectó, qué tamaño tenían las fincas, etc., pero no por ello quisiéramos dejar de resaltar su importancia y recalcar su significado. Para los primitivos propietarios era el dato que realmente importaba y casi podríamos decir que el único de interés. En el fondo, a un convento le daba igual tener cinco casas y una viña que cinco viñas y una casa si las rentas que se generasen en ambos casos eran las mismas. Para ellos el problema de la desamortización no fue el que se les privara de unos bienes concretos sino de las rentas que esos bienes estaban generando y sobre todo las que podían generar en lo sucesivo ya que ello afectaba directamente a su supervivencia a largo plazo. - PORCENTAJES: Abundan tanto los porcentajes de columna como los de fila. Básicamente son de tres tipos: a).- % del TOTAL, es decir, con respecto al total de la variable/s a que se refiere el título del cuadro. En ocasiones no se indica siquiera el concepto de "total", que se refiere naturalmente al total de la columna. b).- % del TIPO O GRUPO, referido al total de fincas de ese tipo. Pueden ser dicotomías regular-secular, rústica-urbana, o clasificaciones de diferentes tipos de fincas por su naturaleza dentro de la rústica y la urbana o por diversos valores de remate, extensión, etc. o de tipologías de compradores. Constituyen porcentajes sobre subtotales de columna. c.)- % de FILA. Se refieren a porcentajes que muestran el número de elementos que cumplen una determinada condición dentro de la variable expresada en la fila. Las más frecuentes aluden al % de fincas (compradores, remates, etc.) en las que no coinciden el pueblo de la finca y el pueblo del comprador o del dueño primitivo ("comp. fuera pueblo", "dueño fuera pueblo"), o bien la disonancia está entre el partido judicial de la finca y el del comprador ("comp. fuera partido"). En los cuadros sobre compradores abundan los que aluden a % de fincas adquiridas como rematante en la subasta ("comp. remata"), por cesión de otro rematante ("comp. cesión") y fincas que fueron subastadas en más de una ocasión ("+ de 1 subasta", "+1sub"). Con frecuencia, al final de cada cuadro o intercalados, se ofrecen los totales de cada tipo (subtotales de hecho) que sirven para calcular esos porcentajes y los totales generales. - AÑOS: En los cuadros sobre fincas y propietarios se ha contemplado normalmente el año del Anuncio en venta de la finca, mientras que en los de los compradores se ha tenido en cuenta el de Remate que coincide con el de la fecha de aprobación de la venta por la Junta Superior y aproximadamente con la entrega real de la finca y pago de la primera quinta parte si es una finca del clero regular o del primer plazo si es del clero secular. - NUMERO DE COMPRADORES: Se refiere normalmente al número de sujetos que cumplen la condición marcada por la fila (compran en un año determinado, un tipo concreto de finca, etc.). Por consiguiente, cuando lo que se clasifica no son los compradores sino las fincas o los propietarios, si un comprador compra fincas de varios tipos aparecerá contabilizado varias veces y si se suma el total de la columna en un cuadro concreto pueden salir, por ejemplo, 2.000 compradores. Sin embargo, el número de compradores distintos en toda la provincia fue de 1.133 y ése es el número que se ha tenido en cuenta para extraer el porcentaje de compradores distintos que participan en un año concreto o compran determinado tipo de fincas. En algún cuadro se ha barajado igualmente el concepto de que "compran por primera vez" que nos aporta la dimensión de cómo o cuándo se incorporó un determinado comprador al gremio de los beneficiarios de la desamortización. |
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